Reseña

Los ritmos populares y folklóricos reflejan la identidad y el alma de un pueblo. Conservar, difundir y enriquecer la música típica y auténtica de una nación o de un pueblo es un imperativo cultural, para hacerlo trascender en el tiempo y mantener su rostro, que lo hace diferente, único, en la diversidad del contexto universal donde fluyen tantas y tan ricas melodías con variadas expresiones sentimentales y sociales.
En ese sentido, el Centro “Benjamín” de promoción del libro, la lectura y las letras, tiene el honor y la satisfacción de presentar al público nacional e internacional, una edición revisada de los 2 cancioneros publicados por la Casa de la Cultura “Raúl Otero Reiche”, en años pasados, como parte del programa denominado Festival de Cultura Nativa del Oriente Boliviano “Sombrero ‘e Saó”, que se realizaba periódicamente en nuestra ciudad.
Consideramos vital y esencial mantener fielmente la letra, la melodía y el ritmo de los aires musicales de los departamentos de Pando, Beni y Santa Cruz, porque constituyen un acervo de gran valor y extraordinaria importancia cultural para Bolivia.
Un cancionero no es solo un álbum, un catálogo, frío o muerto, que guía a los artistas e intérpretes, es mucho más que eso. Es el patrimonio intelectual que legaron sus creadores, es la memoria colectiva que alimenta a las nuevas generaciones. Por eso, un cancionero debe ser fiel a la calidad de las obras producidas y compuestas por sus autores y compositores.
En esta nueva edición, se ha respetado los prólogos y los créditos de quienes realizaron la primera producción, se ha revisado las letras, los acordes y las partituras para tener una versión corregida y actualizada de los temas, siguiendo estrictamente el trabajo de la primera edición clásica e histórica. Así los intérpretes, en todos sus niveles, podrán gozar de un material confiable y de calidad.
La difusión de este cancionero no tiene fines de lucro. Otro de los objetivos fundamentales es llegar con este valioso repertorio, de manera masiva, a los colegios, universidades, centros culturales, institutos, academias y facultades de música, para que las nuevas generaciones de artistas nacionales puedan contar con material útil y práctico en sus estudios y actuaciones. Con este fin se obtuvo el permiso de la Casa de la Cultura, en sus derechos de la edición original, y se procedió a la elaboración técnica rigurosa de las canciones.