Reseña

La inspiración que nos convoca y nos une se desenvuelve en estas dos realidades: la fe y el pueblo. En el hecho de compartir, ambas realidades se tornan una y se narran e interpelan mutuamente. El pueblo, como sujeto histórico, bíblico, eclesial, expresa los distintos lenguajes de la fe; y la fe, impulso misterioso de la vida, abre caminos y sueños en medio del pueblo.
Creemos que fe y pueblo continúan siendo una matriz que gesta y alumbra a la teología. Además, la fe se desvanece y escapa de nuestras tímidas comprensiones si no tiene como sujeto al pueblo: expresión creativa, artista de historias; mago y pícaro inventor de la supervivencia; pero también, amante perplejo que anhela sin saber cómo ni dónde encontrar un centro de gravedad permanente.