Reseña

La realidad a la que se enfrentó la clase obrera en la Bolivia de los 90, fue estudiada desde visiones neoestructuralistas, que minimizaron la resistencia obrera a la privatización de las empresas públicas y resaltaron la pasividad de las nuevas generaciones de obreros frente a las iniciativas patronales, del mismo modo que su debilidad ideológica y sindical. De ahí que su diagnóstico final, hable de un proletariado colonizado subjetivamente por la ideología patronal.

Polemizando con esta visión pesimista, este libro recupera la tradición marxista de Burawoy, Edwards y Panzzieri, y presenta el análisis de la lucha de clases en el centro del proceso de trabajo de una hidroeléctrica en Bolivia, en el periodo neoliberal (1995-2007). Este estudio muestra que los obreros, managers y patrones conviven como sujetos activos dentro de una disputa cotidiana por el control del proceso de trabajo, una disputa que no tiene un punto culminante de derrota o triunfo, sino que, a través de apropiaciones y reapropiaciones simbólicas, constituidas en armas de lucha, entre obreros y managers, esta disputa se reconfigura de manera permanente, modificando los márgenes legítimos del poder sobre el proceso productivo.