Reseña

En cada uno de los cuentos de Germinales, Carlos Delgado hace gala de una destreza narrativa admirables. Explora los pensamientos íntimos de los personajes a quienes describe, no directamente, sino, a través de las vivencias humanas de los mismos. Analiza esa psicología colectiva e individual para mostrárnoslos con delicadeza y sutilmente va envolviéndonos en la trama, de tal manera que, en la narración en primera persona, el lector se proyecta en cada uno de sus personajes.

Este maravilloso texto narrativo de ocho cuentos relata historias que discurren en pequeñas dosis de suspenso sostenido. En ningún momento baja la intensidad narrativa, manteniendo en vilo al lector para seguir avanzando en lo que aparenta un desenlace, cuando no lo es, solo al final será sorprendido con el desencadenamiento inesperado.

“Fiorella está enferma” es el cuento que inicia esta obra que, estoy seguro, se incorporará a la bibliografía de los mejores cuentistas de nuestra época dentro y fuera de nuestro país. En ella, narra el autor las emociones y pensamientos de un matrimonio joven que ve truncada su felicidad por la enfermedad de ella. Una enfermedad incurable cuyo tratamiento es difícilmente sostenido por la menguada economía de la pareja. Empero, el valor de este y los otros cuentos, no reside tanto en la trama de los mismos, sino, en la capacidad narrativa del autor quien se sitúa en la mente de sus personajes desde donde relata la mezcla de realidades simultáneas.