Reseña

Con Un hazmerreír en aprietos (2005) –libro dedicado a su madre María Aguilera– Jesús Urzagasti se sintió seguro de estar cerrando un ciclo en su obra narrativa, que había abierto en 1969 con la aparición de Tirinea, su primera novela. Esa era la sensación del autor, pero en cuanto a los demás, lectores atentos, Un hazmerreir… es una novela sin antecedentes ni referencias. Es el relato de las noticias de un brujo. Si en Tirinea se podía oler el ánimo experimental, en esta ocasión se respira pura invención. El autor se ha adentrado en el follaje del lenguaje que él mismo reveló, siendo habitante único de ese territorio. Desde ahí hace emerger a un personaje con aliento poético, el hazmerreír, que no tiene nombre, ni edad y está privado de todo. Lo que más me sorprende es la transparencia de su lenguaje húmedo, no es tan fácil retener la hondura de su caminar. Paseo por sus páginas y me deleito como cuando se sueña placenteramente, pero después es como si hubiera despertado, pocos detalles consigo recordar. No se puede alegar inocencia después de haber leído Un hazmerreir en aprietos. Otros significados de la realidad ya te han sido revelados.