Reseña

Los Juegos aludidos en el título son doblemente oscuros: se desarrollan, por una parte, en la sombra sensorial que domina los interiores de la misteriosa mansión que sirve de escenario a la mayor parte de la historia. Sombra que presentimos habitada por entidades indefinidas y de crucial actuación en la resolución final de lo narrado. Por otro lado, la oscuridad es epistemológica, dado el desconocimiento por parte de Clara de los fundamentos del asunto en el que se ha embarcado, algo advertido desde un principio por su tía de aura siniestra con la frase: Clara, hay juegos que no debes jugar, si no conoces primero las reglas.