Reseña

Este estudio es un nuevo añadido a las ediciones de obras musicales del repertorio musical creado en los siglos pasados en Bolivia y guardado en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, en Sucre.

Las ediciones bolivianas van a la par de estudios realizados en los archivos musicales de México, Guatemala, Colombia, Cuba, Brasil, Perú, Chile y algunos otros países de América, mostrando al mundo la gran actividad musical que hubo en el Mundo Nuevo en siglos pasados. Prolíficos compositores, diestros cantantes e instrumentalistas, directores de coros y orquestas, ágiles escritores de lírica y de libretos, constructores de instrumentos musicales, minuciosos y pacientes copistas de música, que —aunque copiada a mano por faltar imprentas— circulaba en sorprendente fidelidad y cantidad por las ciudades, aldeas y misiones, nos muestran una vida musical que no tenía nada que envidiarles a los centros musicales de Europa de aquel tiempo.

Las dos obras que se publican aquí fueron seleccionadas entre el amplio repertorio de salmos vespertinos que hay en la colección de música procedentes de la catedral y de la iglesia San Felipe Neri en Sucre. Fueron creadas por diferentes autores y no hay entre ellas algún vínculo temporal, estilístico o de asignación litúrgica; salvo que ambos son salmos vespertinos.

La presente publicación las reconstruye para ser presentadas en el marco de un festival de música, a fin de demostrar la práctica musical de la catedral de La Plata en las últimas décadas del siglo XVIII, cuando el puesto de maestro de capilla era sinónimo de gran prestigio y la institución contaba con extraordinarios compositores, cantantes y músicos; entre ellos, Blas Tardío de Guzmán, Manuel Mesa, Eustaquio Franco Rebollo, Mateo Caro o Estanislao Leyseca.