Reseña

¿Existe una literatura tarijeña?, ¿es posible hablar de un corpus coherente, homogéneo, unificado, susceptible de ser denominado de ese modo?
Pese a la falta de sistematicidad (la prueba está en que no existía hasta la fecha un sólo ensayo ni catálogo que la refiera) esa entelequia que podríamos denominar más idóneamente literatura de Tarija está sembrada de algunas insospechadas flores secretas. El presente trabajo crítico apunta a subsanar ese vacío: se trata de la primera recopilación de lo más encomiable de nuestro acervo literario. O acaso más humildemente: del primer acercamiento al conocimiento de ese objeto. En suma: no es que se pretenda establecer unilateralmente cuál es la literatura tarijeña, sino señalar un punto de partida.
Esto debe quedar bien claro: por algún punto debe comenzarse y ese punto nunca es definitivo. El trabajo intelectual es por definición anti-dogmático, porque parte de la premisa de que avanza por tanteo y error y porque (añadiríamos con Peirce, quien inspiró a Popper) su principio implícito es el falibilismo, que lo lleva a estar pendiente de corregir sus propios errores sobre la marcha.