Reseña

La contaminación sonora es un problema común en la vida moderna, afectando tanto a nuestros hogares como a eventos y actividades públicas. Nos enfrentamos a niveles de contaminación acústica que pueden variar en función de diferentes factores. El rango de audición humana abarca desde el mínimo audible, alrededor de 0 decibelios, hasta el umbral de dolor, que se sitúa en aproximadamente 120 decibelios. La intensidad del sonido, medida en decibelios, es crucial para evaluar el riesgo asociado con la exposición al ruido.

El acondicionamiento acústico es una técnica constructiva que busca lograr una distribución uniforme de la acústica en un ambiente dado. Esto mejora las condiciones de sonoridad y aumenta el confort acústico al eliminar ruidos que podrían dañar la salud. El aislamiento acústico, por otro lado, se centra en reducir o eliminar la transmisión de sonido entre espacios. Esto se logra mediante el uso de materiales absorbentes y aislantes que disminuyen la energía transmitida a través de un elemento constructivo.

El poliestireno expandible (EPS), conocido como Plastoformo, es un material ampliamente utilizado en el aislamiento acústico tanto en interiores como en exteriores. La selección del EPS adecuado depende de su conformación y densidad, que influyen en su coeficiente de reducción de ruido (NRC). En este sentido, se busca determinar la configuración óptima de este material para mejorar el aislamiento acústico en diversos entornos. La ciencia de los materiales desempeña un papel fundamental en este proceso al proporcionar el conocimiento necesario para seleccionar y diseñar materiales que cumplan con los requisitos específicos de cada aplicación.