Guía práctica de manejo de frutales
Autor: | Gutiérrez Rico, Vicente |
En los últimos años Bolivia incrementó la superficie de producción frutícola mediante la implementación de iniciativas desde el Programa Nacional de Apoyo a la Producción de Frutas (Durazno, Manzana, Chirimoya y Palta) del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), proyectos de las Gobernaciones y Gobiernos Municipales, y emprendimientos privados.
Esos importantes esfuerzos productivos realizados por actores públicos y privados tienen que competir con la importación y contrabando de fruta de países vecinos como Argentina, Chile y Perú. La fruta importada en muchos casos es producto de baja calidad en sus centros de producción, colma los mercados nacionales con una presentación que es preferida por las familias consumidoras, sin considerar aspectos de calidad como el sabor, contenido de azúcar, aroma y otros. Además, que los precios de la fruta importada y de contrabando son bastante competitivos.
Las áreas de producción frutícola en Bolivia se caracterizan por ser huertos a pequeña escala y muchas veces con un manejo ineficiente de los recursos, insumos y mano de obra donde se hace evidente la insuficiente asistencia técnica y asesoramiento efectivo. Por otra parte, es importante destacar que existe fruticultura cualificada que está en constante crecimiento y llevada a cabo por familias productoras emprendedoras con visión de proveer fruta de calidad en el mercado nacional.
Estos huertos con manejo adecuado están en las zonas de los valles cruceños como Vallegrande, El Trigal, Moro Moro, o en el valle alto de Cochabamba San Benito, Arbieto y Pojo. También, se pueden encontrar familias productoras en los Cintis y Culpina, y en menor proporción en los valles interandinos de La Paz como Sapahaqui y Luribay.
A pesar de las dificultades en el sector frutícola, existe optimismo y evidencia que la fruticultura tiene oportunidades de crecer para abastecer la demanda del mercado nacional que está valorando la fruta nacional. Por ello, se debe continuar el fortalecimiento a los pequeños y medianos productores frutícolas para la producción de fruta de calidad y se debe fomentar la promoción del consumo de fruta nacional.
En alianza con la Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA) del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) y el Proyecto Mercados Inclusivos una iniciativa de Suecia y la Unión Europea se ha implementado un mecanismo de fortalecimiento de capacidades bajo la premisa de “aprender haciendo” para el personal técnico del Programa Nacional de Apoyo a la Producción de Frutas (Durazno, Manzana, Chirimoya y Palta) que permitió brindar asistencia técnica a las familias productoras en siete departamentos (excepto Beni y Pando) en el marco de una dirección técnica del Programa de frutas más específica en función del ciclo de producción frutícola.
Esa experiencia fue exitosa con la IPDSA y ha sido fuente de inspiración para que el autor de la presente guía pueda plasmar toda una vida de experiencias, conocimientos prácticos y técnicos e innovaciones realizadas en el sector frutícola. La presente guía nace de la experiencia práctica de varios años de trabajo del Ing. Vicente Gutiérrez en Bolivia y Chile.
En Bolivia existe el desafío de seguir mejorando el manejo técnico de los huertos frutícolas para que sean rentables y con prácticas sostenibles desde un enfoque de mercado que incluya la reducción de costos de producción, innovación tecnológica y que genere una dinámica económica local, con la creación de empleo rural y contribuya al crecimiento y desarrollo del país.
La presente guía plantea un manejo técnico y adecuado de las plantas, que contempla paso a paso lo que deben hacer las familias productoras o emprendedoras para la implementación de huertos frutales considerando aspectos de suelo, desde el punto de vista de oferta nutricional; el agua de riego, no tanto en términos de volumen sino, considerando un uso óptimo de este recurso; y la planta, desde la elección del material vegetal que se adapte a las condiciones medioambientales, considerando además las necesidades intrínsecas de nutrición para su desarrollo adecuado, el manejo preventivo y eficiente de plagas y enfermedades, que dé como resultado, un producto de calidad comercial, acorde a estándares internacionales.
La claridad y objetividad con que se desarrollan los temas, además de los detalles técnicos, serán un aporte para las familias productoras, estudiantes, profesionales que están relacionados con la producción frutícola en el país. La guía será un aporte valioso para cualquier persona que esté considerando dedicarse a la producción de fruta o a una familia productora que ya cuente con un huerto frutal.
Se debe destacar que se presentan aspectos de procesamiento (packing) y conservación de la manzana, que pertenece a la empresa Fruta de Mi Tierra ubicada en Vallegrande, implementada con equipos electrónicos y automáticos de última generación, operable y única en Bolivia, que genera empleo local y oferta al mercado fruta de excelente calidad, experiencia digna de ser replicada