A tomarse la agenda
Las campañas y la incidencia política han saltado al primer plano en el mundo de las organizaciones de cooperación internacional y de las redes de activistas. Se trata de influenciar a los poderosos –típicamente políticos, funcionarios públicos o empresarios- en defensa de los sectores más marginados de la población. Al mismo tiempo, se fortalecen las habilidades políticas de las comunidades afectadas para que trabajen con más eficacia por el cambio.
La labor de incidencia es novedosa para muchas organizaciones y redes, y es un campo con gran potencial. Cuando tienen éxito, impulsa las decisiones políticas a favor de los sectores más pobres y vulnerables. Pero cabe cuidarse de numerosos escollos.