Entre arrebol y motocicleta nace una poeta
Colaborador: | Álvarez Sanchez, Eduardo Enrrique (Editor Literario) |
¿Qué son las letras cuando tienen formas de nubes? Nuestra autora nos entrega la blancura de sus versos, que no temen ensuciarse, porque es parte del camino. Ella toma el impulso para recorrer cada palabra, borda una a una las texturas, luego nos invita a sentir el sabor del tequila, limón y sal.
Recorrer as su lado es destilar la memoria para recoger en condensación el origen de los latidos que nos entrega en cada poema. Ella recolecta letras y nos reparte una diferente copa, para brinda hasta en el momento más triste. Todos los aromas llegan a Cande y nosotros a ella. Con su espejo nos muestra nuestra esencia, para llegar a nuestra raíz. Gota a gota, nos comparte su recuerdo, mojados asistimos al ritual para limpiar lo oscuro… lo que opaca.
Ella siembra semillas en el lodo, para florecer de afuera para adentro. La naturaleza de sus días, nos amplía la mirada, sentimos el aire como punto de partida siempre buscando un nuevo comienzo; ese arrebol que nos pinta sus palabras, en el cielo arremolinado que luego es nube y movimiento. Cabellos que se extienden, acompañan las huellas de un camino donde siempre suenan las ruedas que se aventuran para no olvidar el sabor de la vida; tener presente la pulsión del tiempo siempre con las manos abiertas, llevando sueños para iluminar los lugares donde oscurece temprano. Porque la autora abre su mirada, escucha el tic tac de los pensamientos, junta los pedazos en cada parada, para tomar un impulso mayor. Sin fronteras, sus palabras son el movimiento y patria para todos los que, con huracanes y tempestades, nos hemos vuelto a unir.
Valeria Sandi
Santa Cruz, julio de 2021