Reseña

El interés por los ministerios laicales se encuentra en los últimos años en un permanente crecimiento. Numerosos autores reflexionan, investigan y escriben sobre la “cuestión ministerial”. Lamentablemente, muchas veces en estas publicaciones, la ministerialidad laical se ve solamente como una especie de suplencia, ante la escasez creciente de ministros ordenados, y como una solución de emergencia, a la espera de que la Iglesia vuelva a tener suficientes ministros ordenados, como en los tiempos pasados. En este sentido se pierde la riqueza de los dones de Espíritu que se manifiestan en la ministerialidad del Pueblo de Dios. Por eso es tan importante analizar este tema no solo desde la perspectiva de la actual crisis y de la disminución de las ordenaciones, sino más bien como la manifestación de la presencia del Espíritu que suscita en la Iglesia la diversidad de carismas y habilita a todos los bautizados para que entren en plena corresponsabilidad eclesial.