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ISBN 978-9917-9777-0-4

Arqueología del subandino y áreas de interacción
Avances de investigación arqueológica 6

Autor:Salinas Camacho, Víctor Edmundo
Colaborador:Salinas Camacho, Víctor Edmundo (Compilador)
Editorial:Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca
Materia:Arqueología
Clasificación:Historia y arqueología
Público objetivo:Profesional / académico
Publicado:2024-10-16
Número de edición:1
Número de páginas:397
Tamaño:15.5x20.5cm.
Encuadernación:Tapa blanda o bolsillo
Soporte:Impreso
Idioma:Español
Disponibilidad:Disponible
Estatus en el Catálogo:Próxima aparición

Reseña

Las labores de investigación científica desarrolladas desde 1944 hasta ahora, nos ha permitido proponer el Panorama de la Historia Prehispánica Regional, que se inicia con la identificación de un sitio que representa al periodo más antiguo, con formaciones sociales de cazadores y recolectores, nómadas, con una antigüedad alrededor de 4000 a.C., periodo caracterizado por el desconocimiento de la cerámica. Luego vienen varios grupos asentados en distintas regiones que son parte del Formativo, 1500 a.C. hasta 100 d.C.; fase en que estos humanos empiezan a establecerse en un territorio, dejando de ser depredadores, desarrollan las vitales y necesarias técnicas básicas y primordiales de la agricultura, domesticación de animales y la cerámica; procediendo a la utilización y administración de los recursos naturales que proporciona el espacio elegido para su reproducción social. El crecimiento de estas poblaciones, según las condiciones de desarrollo generadas, se hace más numerosa, ocupan espacios adecuados más amplios. Donde la morfología del territorio de Chuquisaca y su entorno corresponde en la parte norte a la zona de los valles o subpuna, en la parte este corre la estrecha franja del subandino que presenta valles profundos y más al sudeste los llanos secos y bajos del Chaco, en cada piso fisiográfico los procesos de desarrollo han sido dependientes de su territorio y las posibilidades que proporcionaba, las características de recursos que ofrece cada uno son diversas. Sin embargo, por el horizonte de investigación ejecutado, es posible establecer, que los niveles de desarrollo más importantes se han dado en la zona de los valles por las condiciones propicias que proporciona en las posibilidades básicas de estabilidad económica y social.
Los grupos del formativo que se asientan en los territorios favorables para establecerse, se caracterizan por presentarse en las proximidades de las fuentes de agua, ecosistemas propicios que proporcionan fertilidad apta para las vitales labores agrícolas que son la base de sustento de aquellos grupos humanos, alternativamente a las pampas húmedas que presentan las posibilidades morfológicas del territorio.
Muchos de estos grupos en su proceso de desarrollo se expanden y empiezan a reunirse de un modo u otro en asentamientos que comparten territorio, fortaleciendo sus posibilidades de apropiación territorial y en continuas y progresivas formas de estructuración social, y el avance en la distintas técnicas para optimizar su producción y mecanismos de seguridad y estabilidad de cada uno de ellos en proceso de asimilación grupal, que en muchos casos ha debido ser a través de la violencia. Es notable que en las pampas de Redención Pampa y su entorno, que ofrece distintos pisos ecológicos y por lo tanto diversidad de productos agrícolas y otros recursos naturales, que la hacen favorable para asentarse; fue sin duda el área donde se produjo la unión o confluencia de varios grupos de este estadio, el formativo, donde hacia el año 100 d.C., varios de ellos se reunieron para compartir ese espacio propicio, gracias a las evidencias provistas por la arqueología, es en este espacio geográfico donde se inicia un vigoroso sistema de desarrollo social y económico que tendrá influencia en el sud de los valles sudamericanos, sin dejar de mantener una relación de distinta naturaleza con los grupos que se gestaban en los andes, especialmente el altiplano de lo que ahora es Bolivia, y posiblemente una compleja reciprocidad con los Chiriguanos, que vienen del este.
Entre ellas la formación social Mojocoya tuvo un amplio proceso de expansión con diversas dinámicas regionales en los valles del sud de América, lograron consolidar un eficiente sistema de administración política y económica; logrando optimizar el aprovechamiento de la fuerza de trabajo de sus comunidades, lo que les permitió generar excedentes de producción, proyectada en la especialización de labores específicas no necesariamente vinculadas a la agricultura, por ejemplo: la alfarería. Por tanto, la evidencia más notable de este proceso, es su cerámica, que llegó a tener un espesor de 2 mm, este dato nos permite entender que este grupo social alcanzó niveles de desarrollo técnico y tecnológico notables. Hacia los años 800 a 900 d.C., ocurre una desintegración de esta formación social, aún no tenemos los datos necesarios para identificar cuál fue la causa, lo más probable es que se dio una crisis política generada por causas meteorológicas, la que sin duda afectaría con un fuerte impacto, en esta sociedad que dependía básicamente de su sistema organizativo de explotación agrícola. El sistema político se fracturó, provocando la división de la población en varios grupos en los asentamientos a que pertenecían u otros nuevos. En todos estos grupos dispersos, los sistemas de producción se modifican dando paso, luego de unas décadas o algo más, a un nuevo sistema administrativo cohesionador que lo conocemos como la formación social Yampara. Los testimonios habitacionales que hemos identificado están situados, en muchos casos, en otras áreas geográficas, distintas a las del anterior grupo, su sistema organizativo de conducción social fue diferente, por ejemplo, la cerámica no llega a alcanzar el nivel de la Mojocoya; pero cubren extensos territorios en toda la zona de los valles de la región. Los Yampara resultan ser la continuidad de los Mojocoya, algo más allá de 1400 d.C., hasta la llegada de los Incas con quienes hacen una alianza de manejo territorial. Los Incas en esta región basan su ocupación en la acción militar, dirigida más a la protección del territorio; la religión que no es sustitutiva, y la introducción de algunas técnicas agrícolas y viales. La virtud de los Incas está en que utilizan los recursos y técnicas desarrolladas por los grupos previos, y las asimilan a su esquema de dominio hasta que llega el desmesurado coloniaje español.
V. Edmundo Salinas C.

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