Reseña

Hay noches que no terminan al amanecer. En ese borde difuso entre la oscuridad y la claridad, Luz Shaide Pinto nos invita a caminar con los pies descalzos por una realidad que duele, arde, pero también respira. La incertidumbre del alba no ofrece respuestas: promete heridas, susurros y el eco de una verdad que no termina de pronunciarse.
Cada capítulo de esta novela es una grieta por donde se cuela la memoria, la rabia, el miedo y la ternura. Hay mujeres que buscan justicia entre papeles, cuerpos que guardan secretos como templos en ruinas y silencios que gritan en las esquinas. Este libro no se lee: se atraviesa. Es una geografía íntima, marcada por la violencia y el deseo de sanación, donde las palabras arden como brasas bajo la lengua.
Shaide Marassi escribe con una claridad que corta. Su prosa es contenida, firme, serena como quien ya no teme mirar de frente. Con una voz profundamente humana, dibuja escenas donde lo cotidiano se vuelve umbral y lo poético se enreda con lo real. No escribe para deslumbrar, escribe para decir, para confrontar, para recordarnos que incluso en la oscuridad más densa, aún puede nacer el alba.