Reseña

Willaku es un monólogo coral, es decir, pone en escena una voz, que es muchas voces, las de un personaje, que es representado por tres actores, quienes, a su vez, dialogan con el universo, dejando oír a sus interlocutores, a través de sus palabras, pero también, a través de sus sentidos, en todas las posibilidades connotativas de ese término. Ya que, Juan Wallparrimachi, el indio poeta, el guerrillero por la independencia de Bolivia, se revela en esta obra, como el ser que existe porque es, incluso en el último aliento vital, aún asediado por una angustia existencial exaltada por su visión del mundo, arraigada en su memoria subalterna. De ahí, que esta pieza dramatúrgica, escrita por Darío Torres, plantee desdoblar la voz de Wallparrimachi, en los tres planos de la Pacha, cada uno de los cuales es encarnado por un actor, como si se tratara de meta-personajes, cuyas expresiones y experiencias, en conjunto, permiten representar al poeta indígena subversivo, partiendo desde esa tradición quechua que el colonialismo occidental intentó aplastar, sin lograr su propósito; como da testimonio, el devenir mismo de aquel Wallparrimachi, ese sujeto histórico, que resuena en esta obra, con el eco de su resistencia al olvido.
De este modo, aportar a la difusión, de esta laureada pieza teatral, es una apuesta cultural por una visión del mundo, que se nutre de obras como esta.
Gabriel Salinas Padilla