Reseña

Hay palabras que no buscan explicar, sino acompañar.
Versos que no se escriben para entender, sino para quedarse. Eso es lo
que habita en estas páginas.
Refulgente nació desde la necesidad de detener el tiempo, de contemplar el alma desde adentro. No como quien se examina, sino como
quien se reconoce: en el deseo, en la ternura, en la duda, en la memoria,
en el arte. Cada poema es una habitación propia, una pausa donde el
cuerpo y la emoción se encuentran sin apuro.
Este libro no camina en línea recta.
Es un tejido de instantes.
Una música silenciosa hecha de recuerdos, intuiciones y verdades que
no necesitan gritar para tener fuerza.
Aquí no hay respuestas. Pero sí hay reflejos.
Y si algo permanece al cerrar estas páginas, o al releerlas, que sea esa
sensación de que algo muy dentro sigue vibrando, sigue brillando, sigue
diciendo.
Porque eso es Refulgente: no la luz que ciega,
sino la que revela