Reseña

Las muertes de Gabriel es una novela de la memoria, esto es, una novela de la resistencia porque instaurar la memoria significa restar espacio al olvido. Como en memoria-olvido, esta novela se arma en la tensión de las duplas existenciales que son vividas angustiosamente por los personajes. Y, por lo tanto, es también de la percepción y alternancia con la muerte. Particularmente me son caros los personajes de Las muertes de Gabriel que al igual que el Adriano de Marguerite Yourcenar o el investigador Poirot de Agatha de Christie son personajes masculinos creados desde una mirada femenina, es decir, desde una deconstrucción, precisamente, de las claves masculinas; de ahí que la trama es una deconstrucción paulatina, delicada y robusta de poder y la política como razón de vida para traer a escena los muy despreciados y muy femeninos sentimientos de ternura y compasión, dolor y tristeza.