Cuardeno de la sequía
Autor: | Ortíz, Rodolfo |
En la desfiguración que no desfigura la palabra alcanzada, sin ser pillada, trazan un camino las cosas tocadas por la lluvia, cuyas gotas letra a letra fundan un oasis, es decir un desierto: una sequía. Lo propio de cualquier sequía, claro, es la fábula de una plenitud, de una plétora definida por el polvo y que fundamentalmente acecha, o intima, el olor de la retama. Este olor, esta intimación, sin embargo, distan de ser el dato natural de un mundo alcanzado. Sólo la noción del abandono, propia del incierto huésped que dice vengo vació, pueden acoger la desnudez temblorosa que oscila entre un ocaso y un grano de sal. O lo que es lo mismo, decir, entre un ocaso feliz de palabras inauditas y un grano de sed, de escucha, de pastizales que agita el viento del lenguaje, por estas páginas.