La lluvia de los martes
Autor: | Behoteguy Cortés, Solange |
“El comisario Lino Martínez no tenía bigotes, pero jugaba con ellos como si los tuviese. Usaba lentes con los bordes negros, cerraba el ojo izquierdo regularmente y estaba dotado de un extraordinario sentido del humor. Ex alpinista, había conservado el gusto por la altura y la soledad. El comisario Lino Martinez estaba seguro de que yo era la asesina de Sue lin Min”
Son estas las primeras líneas de La lluvia de los martes, una novela que finge ser policial. Hay en ella un detective arquetípico –ese Lino Martinez de los bigotes que aparecen y desaparecen, como la sonrisa de un gato-, y también una sospechosa, Eleonora, que narra el caso; y hasta un cadáver: Sue Lin Min, de 25 años, estudiante de psicología y actriz en un teatro de Pekin, asesinada en la piscina de un sauna parisino en plena estación estival.
Pero si esta es una novela policial, lo es buscando otra manera y en un gesto casi inevitable a estas alturas: sus pequeñas indicaciones, sus misterios, sus desplazamientos, sus diálogos son en buena medida literarios, leídos y recolectados –como pistas- de otros textos. “Dormí y soñé que estaba dentro de un libro”-nos dice la narradora- y quizá al decirlo también piensa en nosotros, los lectores, que solo podemos leer esta novela como si estuviéramos soñando dentro de un libro.