Reseña

Esta obra rescata los valores del sistema constructivo utilizado tradicionalmente en
el Oriente de Bolivia, combinando los saberes de pueblos originarios con la experiencia de
misioneros jesuitas de Moxos y Chiquitos. El sistema fue aplicado en grandes estructuras
para ganar altura y salvar grandes luces, a fin de reunir a la población con fines de
evangelización. El encuentro de ambas culturas logró optimizar el uso de materiales locales
como la madera para elementos estructurales, el barro y la caña para cerramientos, así
como la cerámica para pisos y cubiertas.
Estas técnicas se utilizaron con la misma sencillez y austeridad en el ámbito urbano
cruceño, sede administrativa de un extenso territorio alejado del centro del poder político y
escasamente articulado con el mercado regional hasta fines del siglo XIX, cuando irrumpió
la extracción de goma elástica y se dio un impulso sin precedentes a la economía local. En
ese contexto se remozaron varias estructuras edilicias, con el accionar de arquitectos y
artistas que aplicaron la estética del eclecticismo historicista, en boga por entonces en el
mundo occidental.
La antigua capilla colonial y cementerio de “La Misericordia”, pasó a convertirse en
“Parroquia Jesús Nazareno” durante el siglo XIX, fue varias veces refaccionada y finalmente
reformada a inicios del siglo XX. Frente a la idea generalizada de que el templo fue
construido en su totalidad por un arquitecto italiano, en este trabajo queda demostrado que
más bien se trató de la adición de fachadas propias del gusto europeo, sobre una estructura
de madera y adobe del siglo XIX, la misma que había sido edificada con el patrón
constructivo de las antiguas iglesias de la región.