Reseña

Se trata aquí del develamiento del proceso de escritura, la puesta en abismo de este proceso, la puesta en escena casi perfecta del mismo, las palabras como actrices que cobran vida en el momento en que se ubican en el espacio, ese espacio que viene de algún anterior en que todas fueron casi arrojadas en esa suerte arquitectónica para crear un diálogo de una sola voz en primera persona.
Marcia Mogro se empeña en dirigir cada pestañeo que realizan sus palabras actrices que ella escogió para significar lo especifico y facilitarles el tiempo y el espacio precisos para que se puedan desenvolver y abrir a las posibilidades más enormes, siendo autónomas: “Puras palabras sueltas/ incoherentes dispersas/ necesitando/ un/ relato/ asimismo/ provocando/ una/ misteriosa armonía”; creándoles el ambiente exacto que pueda interactuar con ellas y los estados que suscitan.