Reseña

Carne de mi carne está hecha, en efecto, de los órganos, pieles y tejidos de los que estas trece poderosas criaturas se despojan, no sin dolor, no sin placer. Para amansar y suturar al monstruo. Cada una desarrolla una parte de ese cuerpo atormentado: Mango Glantz (la voz), María Fernanda Ampuero (los genitales), Betina Gonzales (la columna vertebral), Daniela Tarazona (el ojo izquierdo), Lena Yau (el hígado), Fabiola Morales (el talón), Fernanda García Lao (el corazón), Claudia Hernández (el oído), Katya Adaui (la mano), Rosario Barahona (el hemisferio cerebral derecho), María José Navia (el intestino grueso). Y como la auténtica monstruosidad también es queer, Mantis le pidió al escritor colombiano, Giuseppe Caputo, que le creara un estómago.
Completa este escenario de aguas oscuras y mares congelados, María Negroni, con un ensayo, precisamente sobre Frankenstein, que unido al conjunto nos permite metabolizar estos dos inmensos siglos de exilio y pasión.